Monday, February 14, 2011

No existe el “Adiós”, siempre será un “Hasta Luego”


Ninguno de los dos cree en las despedidas; mejor dicho, ninguno las afronta. Las despedidas siempre están llenas de melancolía, de tristeza, de conmoción. Uno hace lo imposible por ser fuerte. Pero la vida está llena de despedidas, que no podemos evitar. Es por eso, que uno no debe despedirse con un “adiós”, sino con un “hasta luego”. Un “Adiós” implica que es el final, que ya no hay más nada; que probablemente no te vuelva a ver. Cuando la realidad es otra. Nos veremos nuevamente, y seguiremos en contacto; no hay necesidad de decir “adiós”, por eso te dije “hasta luego”.

Desde hace mucho tiempo temía la llegada del día de hoy. El día de tu partida. Todas las mañanas me levantaba y me repetía a mi mismo: “no seas egoísta; esto es lo mejor para ella”. Con esa frase me llenaba de valor para oír tur preparativos, para aconsejarte, para llenarte de valor ante esta aventura que atravesarás, para decirte que vas a vivir una de las mejores experiencias; todo con una sonrisa. Cuando realmente lo que quería era reclamarte, hamaquearte, y en ocasiones suplicarte que no te fueras. Hoy mismo, lo único que quería era abrazarte y simplemente decirte que no te fueras; pero nuevamente no dejaba de repetirme: “no seas egoísta”.

Hace un par de meses te escribiste una carta a ti misma; una carta destinada a ser leída hoy. Yo te respondí en aquel momento con una carta para que también la leyeras hoy. Aquí Está:

Carta a SK del 15 de febrero

“Yo también quiero decirle algo a SK del 15 de febrero. Quiero decirle que la admiro. Admiro su tenacidad y ferocidad. Admiro su fuerza y que aunque este hecha un mar lagrimas, está montada en ese avión, dispuesta a devorarse el mundo de un bocado. Admiro su visión. Admiro su madurez. Admiro su control. Admiro su corazón. Es por eso que tengo tanta fe en que todo te saldrá bien.
No puedo prometerte que no vaya a haber una TeatroPartner, o que Arni no volverá a Ananke o que Clo no entrene más nunca. Pero si puedo prometerte algo (y creo que hablo por los 3). El hecho de que vaya al teatro con otra no significa que alguien está haciendo lo que tú hacías. Eres más que mi TeatroPartner, eres una persona muy especial, eres mi amiga, y como amiga eres irremplazable. Ya veremos cómo hablar y comunicarnos, gracias a Dios vivimos en esta era tecnológica donde las distancias se reducen. Preocúpate por ser quien quieres ser, y por brillar. No te preocupes por lo que dejas aquí, porque (y hablo en mi caso) jamás lo perderás. Estoy demasiado orgulloso de ti y me horna llamarte mi amiga.
También quiero decirte algo que quiero que siempre tengas en cuenta SK del 15 de febrero. Si miras hacia atrás te entristece y miras hacia adelante te asusta, pues mira a un lado; porque ahí estaré yo a tu lado. Caminando y apoyándote siempre, sin importar distancias, husos horarios o idiomas. Te quiero muchísimo, y nada de eso cambiara.”


Realmente esa carta lo dice todo, todo lo que pienso. Sé que vas a estar destruida. Sé que no va a ser fácil, pero también sé que es algo que vas a lograr. Me dices que me odias porque te hice llorar, aunque realmente no me despedí. Yo sólo espero que sepas todo lo que ese “préstamo” significa, y el que obtenerlo, no fue nada fácil. Tuve que abrir la caja de pandora para encontrarlo, y quizás en un momento bastante sensible. No fue sencillo, pero fue algo que tenía que hacer. Con ese préstamo te llevas una parte de mí; una parte importante, que te acompañará siempre que la necesites.

Fue muy difícil para mí el ver mientras te ibas desde mi carro. De hecho, necesite de varios minutos para recuperarme. Es cierto, me dices que me odias por hacerte llorar, pero no creas que todo fue muy sencillo para mí. Varios respiros hondos necesité para recuperar el control y poder manejar hasta mi casa. Es imposible quitarme la imagen de tu partida de la cabeza. Lamento terriblemente no poder ir al aeropuerto a despedirte; de verdad lo siento. Está de más decirte lo mucho que te quiero y adoro, y el impacto que tiene sobre mí nuestra amistad. Esas cosas deberían estar grabadas en tu cabeza de tanto que te las digo.

Nuestra despedida fue realmente bizarra y perfecta; espero que tú pienses igual. Después de una larga conversación. Te di un pedazo de mí, te presté, literalmente, mi seguro, mi ayuda y mi soporte; el seguro de la caja de pandora, con algo de miedo de que las cosas se salgan de ahí, pero necesitaba prestártelo. Creo que tú podrías necesitarlo más que yo. Además que con ese préstamo me aseguro que nos volveremos a ver, porque tienes que devolvérmelo algún día. No hubo discursos cursis, ni comentarios de “cuídate mucho” que ambos sabemos que has recibido bastantes ya. Todas esas cosas, ya te las dije en su momento y las conoces; no había razones para repetirlas. Después simplemente nos miramos, nos abrazamos y todo concluyó con un “nos vemos pronto”. Simplemente perfecto. Este no es el final… simplemente es un “continuará”

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